¿Cómo debería ser la alimentación de los infantes que siguen una dieta basada en plantas?

Una dieta basada en plantas que esté bien equilibrada podría cubrir las necesidades nutrimentales de los niños. Pero se debe mantener una ingesta calórica adecuada para el monitoreo del crecimiento. Es importante asegurar la ingesta de proteínas, ácidos grasos esenciales, hierro, zinc, calcio, vitamina B12 y D. En el caso de que no se ingieran productos de origen animal, se puede recurrir a la suplementación.

Este tipo de alimentación posee una densidad calórica relativamente baja, sin embargo, se puede asegurar una ingesta calórica adecuada. Incluir productos de soya, nueces y mantequillas a base de nueces pueden ser una buena opción de fuente de energía y contribuirá con un crecimiento adecuado.

Las proteínas, suelen ser uno de los nutrimentos, de los cuales se cree que puede desencadenar una deficiencia. Sin embargo, los requerimientos logran cubrirse con los alimentos vegetales. Frijoles, granos, nueces, semillas, verduras de hoja verde, soya y sus derivados, trigo, quinoa, y amaranto representan una buena fuente proteica. Los aminoácidos esenciales se pueden encontrar en las proteínas vegetales y ser obtenidos en una dieta variada.

Durante la edad infantil, es común que se presenten deficiencia de hierro, principalmente en las etapas de crecimiento. Por ello, es indispensable brindar a los niños alimentos ricos en hierro. Algunas opciones son cereales fortificados, granos, frijoles, chícharos secos y suplementos. En el caso de la suplementación, podría ser una opción durante las etapas de crecimiento rápido.

El zinc es otro mineral del cual se puede ocasionar una deficiencia debido a que los fitatos contenidos en alimentos vegetales disminuyen su biodisponibilidad. La leche materna contiene una cantidad adecuada de zinc para los bebés durante 7 meses, posteriormente es necesario fuentes externas. Esta deficiencia suele ser muy rara, aunque es importante asegurar su ingesta por medio de los alimentos como legumbres, nueces, pan con levadura, productos fermentados de soya, entre otros.

En niños, después de haber dejado la lactancia, es importante asegurar la ingesta de calcio. Los alimentos enriquecidos con calcio como los productos de soya enriquecidos, cereales, jugos y verduras de hoja verde. La col china y la col china tienen un bajo contenido de oxalatos por lo que la disponibilidad de calcio es alta.

La fibra tiene la capacidad de interferir con el crecimiento adecuado pues reduce la densidad calórica de las comidas ya que interviene en la absorción de grasas y minerales y genera una sensación de saciedad temprana. Los niños hasta el primer año deben evitar el consumo de fibra prefiriendo los alimentos sin fibra como tofu, yogur de soya, frutas y verduras coladas. Es importante tomar en cuenta el contenido de fibra en el segundo año de vida, pues el crecimiento sigue siendo acelerado.

Es importante que acudas con un especialista de salud ya sea médico pediatra y nutriólogo, para poder asegurar que el infante no tenga deficiencias nutricionales que puedan perjudicar su crecimiento y desarrollo. 

Equipo de investigación y editorial iNat México.

Referencias:

Amit M. (2010). Vegetarian diets in children and adolescents. Paediatrics & child health, 15(5), 303–314.

Baroni, L., Goggi, S., Battaglino, R., Berveglieri, M., Fasan, I., Filippin, D., Griffith, P., Rizzo, G., Tomasini, C., Tosatti, M. A., & Battino, M. A. (2018). Vegan Nutrition for Mothers and Children: Practical Tools for Healthcare Providers. Nutrients, 11(1), 5. 

 

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